Los riñones son órganos fundamentales para la salud del cuerpo humano. Actúan como filtros naturales, eliminando desechos y exceso de líquidos a través de la orina, y regulan funciones vitales como el equilibrio de los electrolitos, la presión arterial y la producción de glóbulos rojos.
Mantener la salud renal depende en gran medida de los hábitos diarios, especialmente de lo que consumimos. Una dieta balanceada y una hidratación adecuada son esenciales para proteger los riñones y prevenir enfermedades como la insuficiencia renal o los cálculos renales.
Consumir naranjas todos los días: ¿qué efecto tiene en nuestros riñones?Ciertos alimentos cotidianos pueden ejercer una carga adicional sobre estos órganos, incrementando el riesgo de daño a largo plazo. Identificar los factores de riesgo es el primer paso para cuidar los riñones. Entre los alimentos más perjudiciales para su buen funcionamiento, hay tres que destacan por su impacto negativo.
¿Cuáles son los tres alimentos que dañan los riñones?
Gaseosas de color oscuro
Los expertos los consideran dañinos dado su alto contenido de fósforo artificial. Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) informan que el fósforo es un mineral necesario para tener huesos fuertes y que los riñones sanos filtran el exceso de dicho elemento químico de los alimentos.
Justamente, el fósforo artificial –que se encuentra en las bebidas oscuras– puede ser perjudicial para la salud renal. Aportan cantidades elevadas de sodio, el cual debe restringirse en un paciente con enfermedad renal, ya que tiene implicancias sobre la presión arterial.
Respecto del impacto del fósforo en el cuerpo, el estudio “La ingesta dietética de fósforo y el riñón” concluye que en estudios en animales se comprobó una correlación entre una ingesta elevada de fósforo y un mayor riesgo de daño a largo plazo en los riñones.
Alimentos congelados
El médico nefrólogo Gabriel Lapman detalla que las comidas congeladas suelen ser ultra procesadas y, si bien son rápidas de preparar y comer, a menudo tienen un contenido de sodio fuera de serie y una gran cantidad de conservantes.
La Fundación Nacional del Riñón estima que este tipo de alimentos contiene más de 1000 miligramos de sodio por porción y, a su vez, recomienda que la mayoría de las personas se ciñan a un límite de 2300 mg de sodio por día. “Aquellos que tienen enfermedad renal o presión arterial alta deben limitar la ingesta de sodio a 1500 mg por día”, advierten.
Exceso de carne
La proteína es vital para el crecimiento y la reparación celular, pero su exceso podría ser contraproducente. “La proteína animal en exceso puede resultar agotadora para los riñones porque produce un alto nivel de ácido en la sangre, que los riñones deben trabajar para eliminar”, sugiere Lapman.
Como señala un estudio publicado en la revista científica Nutrients, llevar una dieta baja en proteínas puede proteger contra las complicaciones de la ERC, como la acidosis metabólica, que ocurre cuando la función renal se deteriora.
“Si bien no deben excluirse de la alimentación, las proteínas de origen animal –en el caso de algunas personas– deben ser consumidas de forma moderada”, dice Delucchi. Por lo tanto, hace énfasis en que es fundamental que las cantidades y frecuencia de consumo sean guiados por un/una nutricionista especializada en enfermedad renal.